hola

viernes, 28 de agosto de 2009

Apología helenística

Porque Ulises también habría vuelto por ti. Porque Orfeo también se habría girado por ti. Porque Apolo también se habría enamorado de ti, aunque no le habría hecho falta recibir el flechazo de Eros.

Sí, pero ahora te escapas de mis brazos, no sé si huyes o si soy yo el que lo hace o si, por el contrario, hay una fuerza superior ante la cual sólo podemos actuar estoicamente (es decir, no actuar) que quiere evitar que estemos juntos o que, al menos, no lo estemos por ahora.

Te digo adiós con el corazón; con el alma también, porque puedo. Sé que volveremos a encontrarnos y por eso, cada segundo que pasa es más dulce, pues es un segundo menos en el reloj de ectoplasma viscoso y no sabroso y verde que cuenta sin gana el tiempo que queda hasta que un día, seguramente cuando las estrellas se alineen en forma de pimiento rojo gigante, pueda volver a olerte y quererte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario