Cuando los miro,
ya no sé con certeza
si respiro o estoy
moviéndome entre maleza.
Largos, cortos, duros,
suaves, ásperos,
imponentes, limpios,
o de roña llenos.
Me gusta chuparlos,
morderlos, casi desgajarlos,
hasta que gimes con locura;
placer y dolor unidos,
por ser yo el que
tu pie ha cogido.
El ser humano es extraordinario; ¿por qué? Pues porque no (creo que) hay(a) dos iguales.
Blue
Hace 15 años
Gracias, ya me iré pasando por aquí :) Respecto a lo de elegíaco, deben ser etapas. O será cosa de la crisis existencial adolescente, no sé...
ResponderEliminarA mí también me gusta cómo escribes, aunque todavía no sepa qué rafa eres.
(soy graciosísima, lo sé.
sí, sé quién eres)
Bueno después de este monólogo en el que he demostrado lo simpática que soy, me despido. Ya nos veremos rafa, un besazo!